Sobre nuestras supuestas decisiones

Lo que creemos es una decisión nuestra, no lo es. Cada uno de nuestros pensamientos, ideas y decisiones son dados, creados, inventados por el Ser, por lo que Es, por lo que Buda llamaba Consciencia, Cristo lo llamaba Padre, Amor, Dios.
Desde las Iglesias (al menos en la Católica) propagan que la persona o individuo tiene libre albedrío, elige los caminos por donde va.. por el 'buen camino' o 'mal camino' bla bla bla..
En verdad, no es así. Pero al ego, le gusta que uno pueda tomar decisiones, se siente importante y entonces es difícil aceptar otra cosa.
No hay realmente un individuo o persona separada del Ser.  El Ser es absoluto, creador de todo. Incluso de tus pensamientos 'malos' o 'buenos'.
Cuando converso sobre esto con algunos amigos me gusta usar el ejemplo del guante. El guante es lo que se ve.. Pero ¿qué es lo que realmente mueve al guante? Lo mueve la mano.
De la misma forma, la persona es solo el guante. Por detrás lo que mueve todas las cosas es el Ser. No hay un pestañeo que no sea decidido por Él, por el Universo, por la Mamá -como a veces me gusta llamarla-.
Crecemos con ideas impuestas primero por nuestros padres, nuestros profesores, los sacerdotes, etc. En la transmisión del lenguaje no solo se transfiere el idioma, se transfiere una serie inmensa de condicionamientos heredados por generaciones, ideas, creencias, etc. Una de esas ideas es aquella que nos define como una persona, mujer/hombre/lgtbi, con determinada nacionalidad, de apellido tal, etc. Se nos da un nombre y así existimos como una serie de etiquetas que sumadas constituyen una imagen e idea de lo que somos. Nos describimos listando todas esas etiquetas.
Si tienes la suerte de conocer a un maestro iluminado, su trabajo consistirá en hacer que veas que realmente no eres las etiquetas, ni siquiera el cuerpo ni tus pensamientos.
El maestro se dedica a que te des cuenta por ti mismo, que no eres el cuerpo ni los pensamientos, y entonces tampoco eres ninguno de tus condicionamientos, ideas, pensamientos, ni menos etiquetas que se fueron sumando.
Esta sabiduría no es muy atractiva en el mundo corriente, porque el mundo se dedica a inflar y aumentar las etiquetas cada vez más. Todo lo contrario a quitarlas, que es el trabajo de un Maestro.
Vivimos pensando que mientras más etiquetas tienes (títulos, dinero, posesiones, etc.) eres mejor, más valioso, etc.
No es popular por el contrario un camino en el que al final quedas sin nada. Vacío de toda etiqueta, de toda idea, de todo concepto y condicionamientos. No eres nadie. No eres nada de lo que pensabas o te habían dicho.
Eres alguien en el mundo corriente. En el mundo de los guantes.
Bienvenido a la fiesta de guantes.

El camino del vaciarse por completo, es el camino más valioso, vale la pena perderlo todo.